Cartón ondulado: crecimiento de la demanda bajo presión en 2025
Por Rafael Barišauskas, economista en Fastmarkets para América Latina

El deterioro de los principales impulsores del consumo de embalajes de papel y cartón en Brasil encendió una señal de alerta para el sector en 2025. Las proyecciones actualizadas de Fastmarkets para los envíos de cajas, planchas y accesorios de cartón ondulado de Empapel apuntan a un crecimiento del 2,7% en el año, totalizando 4,35 millones de toneladas. El volumen es inferior a los 4,42 millones de toneladas estimados a finales del año pasado, según se detalla en el informe Latin America Paper Products Monitor de marzo.
Los resultados de enero y febrero publicados por Empapel quedaron levemente por debajo de las estimaciones de Fastmarkets, lo que ya había reducido las expectativas anuales a menos de 4,40 millones de toneladas.
El aumento de la inflación en alimentos deterioró el panorama económico, con una proyección del INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) revisada al alza, superando el 5% en 2025 frente al 4,5% previsto en diciembre de 2024. Esta presión sobre el poder adquisitivo de las familias impacta especialmente a las clases C, D y E, que tienden a priorizar los gastos esenciales, reduciendo el consumo de bienes discrecionales y, por tanto, la demanda total de la economía y del cartón. Aunque el consumo de alimentos –y, por lo tanto, de embalajes– continúa, es probable que los consumidores sustituyan productos frescos o de mayor valor agregado por opciones industrializadas más económicas o de marcas alternativas.
En el escenario externo, la apreciación cambiaria registrada en el primer trimestre frente a 2024 también ha afectado la competitividad de las exportaciones brasileñas. Las proyecciones del dólar se mantienen por debajo de R$6 para el primer semestre. Las fuertes intervenciones en el mercado cambiario, sumadas a la postura restrictiva del Banco Central respecto a los tipos de interés, contribuyeron a que el tipo de cambio y sus proyecciones se ubicaran en niveles inferiores a los previstos inicialmente para 2025.
Como resultado, no sorprende que en los dos primeros meses de 2025 las exportaciones brasileñas de kraftliner hayan caído un 10,6% en comparación con el mismo período de 2024. Esto refleja tanto la apreciación del real –y la consecuente pérdida de competitividad de la industria local– como las tensiones persistentes en el comercio global. Sin embargo, la reducción de los costos del transporte internacional ha amortiguado parcialmente esta pérdida de competitividad, evitando una caída aún mayor en los volúmenes enviados al exterior.
A contramano de los envíos de papel y embalajes, el sector de proteínas animales sigue siendo un punto positivo, con un crecimiento del 10,8% en las exportaciones del primer bimestre, lo que sostiene el consumo indirecto de cartón ondulado. A pesar del alza, gran parte de estos embarques corresponden a ventas realizadas a finales de 2024, cuando el tipo de cambio más depreciado favorecía las exportaciones brasileñas.
Para el resto del año, se espera que el sector de proteínas animales continúe siendo un factor positivo para el consumo de cartón en Brasil. La expectativa de aumento en la demanda global de carne, combinada con precios internacionales en dólares más altos que los de 2024, debería respaldar los envíos brasileños, incluso con una tasa de cambio ligeramente más apreciada a lo largo de 2025. Aun así, puede haber una desaceleración en el primer semestre debido a la caída marginal de los precios internacionales de proteínas animales frente al cuarto trimestre de 2024 y al escenario cambiario menos favorable.
Por último, aunque las expectativas del empresariado y de la industria en relación al desempeño del sector para 2025 siguen siendo positivas, el contexto requiere cautela. Los índices de confianza del comercio y de la industria en Brasil han mostrado una tendencia a la baja, en un entorno de mayor endeudamiento familiar, inflación y tasas de interés elevadas. No es casual que las compras a lo largo de la cadena de valor del papel, tanto por parte de convertidores como de usuarios finales, se estén realizando con cautela, en el corto plazo, para evitar acumulación innecesaria de inventario.
En resumen, el mercado brasileño de embalajes continuará creciendo en 2025, impulsado principalmente por el agronegocio, seguido por el consumo interno. Ambos sectores también sostienen la valorización de los precios internos a lo largo del año, como ya fue reportado por Fastmarkets en los informes semanales del Latin America PPI para enero y febrero, y cuyas proyecciones a 24 meses están disponibles en el informe Latin America Paper Products Monitor.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento probablemente será inferior a su potencial, debido a una apreciación cambiaria más intensa en el corto plazo y al debilitamiento de los principales impulsores del consumo interno, que, a pesar de todo, debería mantenerse en terreno positivo.