El Juzgado Civil y Comercial de la Primera Nominación de San Lorenzo abrió el 25 de septiembre de 2025 el concurso preventivo de acreedores de Celulosa Argentina, una de las principales papeleras del país. La compañía, con sede en Capitán Bermúdez (Santa Fe), comunicó oficialmente a la Comisión Nacional de Valores (CNV) su ingreso en cesación de pagos.
CRISIS FINANCIERA Y OPERATIVA
Con casi un siglo de trayectoria y 1.375 empleados, la empresa atraviesa una de las situaciones más críticas de su historia. En el balance trimestral cerrado el 31 de agosto de 2025, registró una pérdida integral de $81.932 millones, cifra ocho veces superior a la del mismo período del año anterior.
Los ingresos se redujeron un 73% interanual, hasta $21.968 millones, mientras que el costo de ventas solo descendió un 42%. El resultado operativo fue negativo en $27.290 millones y la pérdida neta alcanzó $74.628 millones, lo que derivó en un patrimonio neto negativo de $107.000 millones.
A estos números se sumaron pérdidas financieras por $10.700 millones, una diferencia de cambio adversa de $19.577 millones y un cargo por impuesto a las ganancias de $31.061 millones. La falta de capital de trabajo y la paralización de plantas llevaron a la empresa a solicitar la apertura del concurso.
CAMBIO DE ACCIONISTAS
Hasta agosto de 2025, la controlante de Celulosa Argentina era el grupo español Tapebicuá Investment Company S.L., con sede en Madrid. Sin embargo, la imposibilidad de sostener financieramente las operaciones precipitó una reconfiguración.
El 19 de septiembre de 2025, el empresario Esteban Nofal adquirió de manera directa e indirecta el 45,5% del capital accionario, convirtiéndose en el nuevo controlador. La operación fue notificada a la CNV y autorizada por el juzgado.
PLAN DE FINANCIAMIENTO
Nofal comprometió una línea de crédito de hasta US$ 18 millones, con una tasa anual del 10% y un plazo de 24 meses. El financiamiento se estructuró mediante un fideicomiso garantizado con las cuentas por cobrar de la compañía.
Los primeros desembolsos se destinaron al pago de salarios de septiembre y a proveedores estratégicos, con el fin de reactivar la planta de Capitán Bermúdez. Los fondos restantes se orientarán a recomponer el capital de trabajo y restablecer las operaciones en las demás unidades productivas.
En su comunicación a la CNV, la empresa reconoció que “la falta de capital de trabajo hizo que se interrumpan las actividades productivas”, lo que llevó a la presentación judicial.
IMPACTO EN FILIALES Y PERSPECTIVAS
Las subsidiarias también reflejaron caídas en sus resultados: Fanapel reportó una baja del 26% en la facturación interanual y Forestadora Tapebicuá del 63%.
El Directorio, encabezado por Francisco Roberto Santandreu, señaló que la capitalización de Nofal permitirá “recuperar la producción plena y sostener el empleo”.
El plan de la nueva conducción apunta a reactivar las operaciones, preservar los puestos de trabajo y reposicionar a la compañía en el mercado interno y externo. Una vez normalizada la producción, el objetivo será retomar la exportación y recuperar competitividad.
El principal desafío inmediato será estabilizar el flujo de caja y recomponer la confianza con proveedores, entidades financieras y trabajadores. El concurso preventivo abre la posibilidad de reestructurar pasivos y renegociar compromisos en el marco de la nueva etapa de control accionario.









